18 de abril de 2011

Dispongo de barcos (2011), Juan Cavestany

Dispongo de barcos (2011), de Juan Cavestany es una película atípica para los circuitos comerciales del cine español. Como lo son aquellos títulos que podríamos tildar de “invisibles” y que componen el Primer Festival de Cine Europeo de Cine Invisible Online. Una apuesta renovadora y necesaria en la situación actual del cine, más unido a internet que a las salas. Una iniciativa que propone el visionado gratuito de todas las películas del festival a la vez que promociona el visionado online a través de Filmotech.

Dispongo de barcos nos presenta a cuatro personajes (interpretados por Antonio de la Torre, Roberto Álamo, Diego París y Andrés Lima) sobre los que por no conocer, no conocemos ni sus nombres, sobre los que únicamente se nos muestran las más extravagantes facetas de su carácter. Filmada cámara en mano, con una pequeña cámara digital que se evade de la búsqueda de la exquisitez en el plano. Así practica la variedad de encuadres y los contrastes lumínicos como rasgos de naturalidad absoluta en la escena, situando a sus personajes en una ciudad casi anónima de la que sólo vemos su lado más gris y deteriorado. Edificios en obras, descampados, naves industriales… espacios tan decadentes como son los propios personajes que los habitan.

Y es que la película de Cavestany estando pintada de comedia surrealista, cubre varias capas que hacen referencia entre otras cosas al drama laboral y la exclusión social, e incluso, por los derroteros que atraviesa la acción, al cine de atracos. Esto es, que esos personajes que se mueven entre lo surrealista y lo cómico, bien podrían proceder de películas de extrovertido carácter social, como Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002). Se trata de personas sin trabajo que se encuentran en el linde de la exclusión social, en este caso con claras disfunciones mentales (como decíamos, siempre enfocadas desde un punto de vista cómico y surreal) generadas por un sistema capitalista cruel, impasible y caníbal. De ahí que uno de ellos no se decida a si utilizar la catedral de la Almudena para prepararle una fiesta a su hermano o a hacerse cura; otro escuche conversaciones fantasmales a través de las paredes de su casa; un tercero se aferre vehementemente a un maletín cuyos documentos quiere sellar de forma imperativa y absurda y un cuarto practique la necrofilia.

El hecho de que los personajes no tengan nombre y se conozcan a sí mismos como el del bigote (del que al menos sabemos que es el hermano del cabecilla) o el de la barba con el maletín y se decidan a cometer un atraco, nos lleva a reconocer un guiño humorístico a Reservoir dogs (Quentin Tarantino, 1992). El señor rosa se sustituye por el hombre de la camisa rosada y así con el resto de los personajes. La memorable escena en la que los cuatro personajes de Dispongo de barcos se sientan entorno a una mesa a debatir como van a dar el golpe manteniendo una serie de “anti-diálogos” tan hilarantes como surrealistas, son muestra del guiño paródico tanto a la película de Tarantino como al género en general.

Cavestany conforma una película renovadora que se postula como una de las más atractivas de las presentadas en este festival de cine online, entre las que destacan títulos como Todos vós sodes capitáns (Oliver Laxe), Cartas a dios (Éric-Emmanuel Schmittz), Dinero fácil (Daniel Espinosa), La vida útil (Federico Veiroj) o Draquila (Sabina Guzzanti).

Todo a un solo click. Pasen, vean y sean partícipes ustedes mismos del premio del jurado.