14 de enero de 2011

Animación tradicional: Fantastic Mr. Fox y Le Roman de Renard

Wes Anderson recupera en su notable película Fantastic Mr. Fox (2009), el método de animación tradicional. El realizador de Los Tenenbaums (2001) se convierte en artesano y recurre a la animación de marionetas con stop-motion en plena eclosión digital. Frente a la aparatosidad de esta nueva imagen y su perfección, Anderson recorre a la mirada del gran maestro animador de marionetas Ladislas Starewitch para crear formas menos artificiales, llenas de vida. Este realizador ruso, en su Le Roman de Renard (1930-39) de muestra el mismo esquisito dominio de la técnica que demuestra el equipo de animación de Fantastic Mr. Fox.
Jiri Trnka y Jan Svankmajer o los míticos Harryhausen, son otros de los grandes cineastas que seguro influenciaron a Anderson. Un placer para los sentidos.
















13 de enero de 2011

Cine iraní: la más dura censura

El cine iraní contemporáneo, sin duda uno de los cines de factura artística más importantes gracias a cineastas como Kiarostami, Ghobadi, Panahi o la familia Makhmalbaf, sigue sufriendo graves atropellos. Meses atrás llegaba a oídos del mundo la deplorable noticia de la condena de seis años de cárcel y veinte años de inhabilitación para rodar películas o viajar al extranjero al cineasta Jafar Panahi, por la realización de una película de la cuál sólo había rodado un 30%. Tras ser apresado, Panahi comenzó una huelga de hambre que animó una fuerte protesta de la comunidad internacional -en especial del mundo del cine- que provocó que el régimen de Ahmadineyad permitiera su libertad bajo fianza.

Hoy, otro cineasta iraní lamentablemente menos conocido, podría encontrarse en estado crítico tras un mes en huelga de hambre entre rejas. La vida de Mohammad Nurizad –el cuál ya fue brutalmente agredido antes de ingresar en prisión-, director de Banderas en el Castillo de Kaveh (2009), podría estar en peligro. El realizador de Praderas blancas (2009) Mohammad Rasulof, corre la misma suerte que su colega Panahi con quién comparte condena por la misma acusación de atentar contra la seguridad nacional.

La censura ha obligado cada vez más a agudizar el ingenio de los cineastas y, en algunos casos –como el de Mohsen Makhmalbaf o Abbas Kiarostami- a trabajar fuera de su país. Su representación más cruel se está viviendo desde hace unos meses. ¿Hasta cuándo?