30 de marzo de 2012
23 de marzo de 2012
Los idus de marzo (2011), George Clooney
Aunque se le conoce principalmente por su faceta de actor, no es la primera vez que George Cooney muestra sus dotes en la dirección y la escritura fílmica. Un buen ejemplo es la notable y también política Buenas noches y buena suerte, con la que ya optó al Oscar a la mejor dirección, guión y película.
Asumiendo el papel secundario del gobernador demócrata (que por las imágenes de campaña, emula a su idolatrado Obama), Clooney escoge como protagonista de Los idus de marzo a uno de los actores más laureados del año, Ryan Gosling. Después de Drive (Winding Refn) y Crazy, stupid love (Ficarra y Requa), Gosling interpreta con buena nota a un joven e inteligente asesor de campaña. El joven avispado y solvente capaz de plantar cara al poderoso en la película; el nuevo galán y chico duro, que tanto interpreta dramas como comedias en la vida real. Un nuevo rostro de juventud que renueve los papeles que hace unos años solían interpretar Jonnhy Deep, Brad Pitt o el propio Clooney. La más viva muestra del cambio generacional en el elenco actoral hollywoodiense.
El apogeo en los últimos años de las series de televisión de calidad ha conseguido que cuando hablemos de ciertos tipos de cine, podamos tomar tantas referencias de ellas como de otras películas. Y en el caso de Los idus de marzo, en el que nos encontramos ante una ardua trama política, es imposible no acordarse de El ala oeste de la Casa blanca o la fabulosa tercera temporada de The wire. De hecho, es un poco de todo esto de lo que habla Cooney. De la política como espectáculo, de la política como artefacto televisivo y mediático. Algo que consigue plasmar con sobriedad y estilo a través de una serie de planos de carácter muy televisivo y la presencia continuada de los medios de comunicación en la puesta en escena y en el entramado de la película.
A pesar de conseguir una atmósfera despótica y de incertidumbre política, Los idus de marzo encuentra ciertos problemas en los acontecimientos que desencadenan la trama, que se llevan en ocasiones demasiado al límite. Tanto que llegan a acercarse peligrosamente a la frontera de lo creíble. Sin embargo, otros recursos consiguen que el espectador a penas se plantee tales desmanes, y ahí es donde entra la buena mano en la dirección de George Clooney.
. yorgos . 19:20 0 comentarios
Etiquetas: cine norteamericano, cine político, critica de actualidad, George Clooney
16 de marzo de 2012
Intocable (2011), Eric Toledano y Olivier Nakache
. yorgos . 20:18 0 comentarios
Etiquetas: cine francés, comedia, critica de actualidad, drama, Nakache, Toledano
9 de marzo de 2012
La invención de Hugo (2011), Martin Scorsese
La entrada de La invención de Hugo es espectacular. El realizador de joyas como Taxi driver (1976) o Uno de los nuestros (1990), hace desde el principio una síntesis de los recursos de los que es capaz el cine de la era digital. Movimientos de cámara vertiginosos, planos de gran complejidad o colores vivos fruto de un trabajo milimétrico de etalonaje. Éste último, basado en las tonalidades de color utilizadas en los inicios del cine en los que se coloreaba a mano el celuloide. Toda la película es una reivindicación del mundo de ilusiones que ha reproducido siempre el cine. Un diálogo entre el cine primitivo y el cine de hoy. Su fusión con el ilusionismo y los artificios de Méliès. Y qué mejor por lo tanto, que ubicar la historia donde se produjo el nacimiento del cinematógrafo.
Los protagonistas de La invención de Hugo transitan por una estación de tren cuidada hasta el más minúsculo detalle, con una esplendorosa ciudad de París como telón de fondo, que dota de una atmósfera de ensueño cada una de las escenas que trabajosamente componen el film. A ello se suma la nostalgia de Ben Kingsley en la piel de Méliès y Sacha Baron Cohen (con pinceladas de Lloyd y Keaton y apariencia de soldadito de plomo), incansable e ingenuo archienemigo de Hugo, en la piel del guardia de la estación de tren. Ambos aportan en sus apariciones mayor fortuna a las escenas que los jóvenes aventureros. Por otra parte, la estación de tren como espacio por excelencia, regala momentos destacables. Breves citas que evocan al maestro JacquesTati o la espectacular escena que reproduce de forma onírica el choque del tren que perforó en realidad la estación de Montparnasse en 1895.
El maestro saca las herramientas y pone a funcionar los engranajes de una maquinaria casi infalible. Sin duda vale la pena apreciar tal derroche visual en el máximo esplendor de la gran pantalla de un cine en 3D, a pesar de ser un producto demasiado edulcorado. La película termina siendo al fin en su conjunto, la propia imagen del autómata de Hugo. Una máquina perfecta, bella y acompasada, tan cercana a la perfección humana y sin embargo tan lejana. Una maquinaria que por muy fastuosa, carece de alma.
. yorgos . 12:33 0 comentarios
Etiquetas: cine norteamericano, critica de actualidad, Scorsese
2 de marzo de 2012
Polisse (2011), Maïwenn Le Besco
Basada en acontecimientos reales del cuerpo de policía parisino, Polisse trata de retratar el día a día de su Unidad de Protección de Menores. Aunque el verdadero protagonista del film es todo el grupo de policías, se distingue a dos personajes con mayores dotes protagonistas. Se trata del agente más carismático del grupo y una fotógrafa se encuentra haciendo un reportaje sobre los quehaceres de la unidad policial. La propia directora del film interpreta de forma metafórica a la fotógrafa, aunque de manera desafortunada. A raíz de la relación entre ambos y la entrada de un tercero en discordia, se crea un triángulo amoroso que termina siendo poco creíble y que genera algunos tópicos demasiado ingenuos.
Aunque el arranque de Polisse promete, lo cierto es que se queda solamente en un ejercicio de buenas intenciones. Porque mediante su estilo de filmación cercano al documental, cámara al hombro y con un guión que toma elementos de la realidad, uno se ilusiona pensando en que tal vez está ante una delicia como La clase (Laurent Cantet, 2008), o por temática más cercana si cabe, ante otra Un profeta (Jacques Audiard, 2009), dos de las mejores películas que ha dado el cine francés en la última década. Sin embargo, el resultado es más televisivo, en la línea de las series Canción triste de Hill Street o The Wire. De hecho, bien podría ser una nueva entrega de ésta última, siguiendo el hilo de su cuarta temporada, dedicada a los problemas de los menores. La forma en que Polisse trata los casos y cómo bucea en la vida personal de los personajes para mostrar de qué forma les afecta el trabajo en su vida privada, evoca a esta excelente serie de la HBO. La relación personal entre los agentes, sus reuniones en los bares como única vía de escape o su vida personal inestable y marcada por las separaciones amorosas, son otros ejemplos. Sin embargo, el listón de The Wire es demasiado alto.
El modo de filmarse, la tensión de los personajes, los movimientos orquestados que simulan el naturalismo de la cotidianeidad, son elementos que consiguen de todos modos que la película de Maïwenn encuentre momentos notables. Principalmente porque plantea preguntas para que el espectador las cuestione, destapando la realidad de un sector de población menor de edad que sufre violaciones, abusos, maltratos, etc. Sin embargo, peca de llevar demasiado al límite a sus personajes sin dar un respiro al espectador. Al igual que se mete en terreno pantanoso al optar por un único punto de vista, el policial. No se posiciona de forma directa en las vidas de las verdaderas víctimas, que no son otras que los niños. Aunque se nos muestre el horror que viven, éstos acaban siendo mero artefacto en la trama, el apoyo para los agentes protagonistas del film, posicionados como las verdaderas víctimas. Quienes de principio a fin, acaban siendo pasto de los desbarajustes emocionales que les produce su propia profesión. Como último apunte, mencionar el guiño favorable a la política anti-gitana de Sarkozy en una de las secuencias, defectos aparte, de las más conseguidas del film. Tal vez la mona está más vestida de seda de lo que parece.
. yorgos . 17:48 1 comentarios
Etiquetas: cine europeo, cine francés, cine policiaco, critica de actualidad, Maïwenn Le Besco