Mientras duermes (2011), Jaume Balagueró
A pesar de no ser una gran película, Mientras duermes confirma dos cosas. La primera, la capacidad del cine español para crear un cine de género que aúna calidad y entretenimiento, o lo que es lo mismo, éxito de taquilla. La segunda, la reafirmación de un realizador que se mantiene a la cabeza del cine de terror nacional como es el catalán Jaume Balagueró.
Tomando no pocas referencias de La comunidad (Álex de la Iglesia, 2000), Balagueró se vuelve a meter en un edificio céntrico de Barcelona donde rueda casi íntegramente la película, a excepción de un par de planos, como hizo en Rec. Sin embargo, Balagueró abandona en esta ocasión el terror y lo fantástico para crear un thriller de corte realista. Tanto en sus anteriores Darkness (2002), Frágiles (2005) y la saga Rec (2007 y 2009), como su notable primer largometraje Los sin nombre (1999), se muestra una atracción por lo sobrenatural, por aquello intangible que va más allá de la razón humana y nos sume en el terror absoluto. Mientras duermes abandona ese terror irracional y nos sumerge en una atmósfera cotidiana, perturbadora, en la que en ocasiones casi estamos de parte de una persona cuyo sadismo y crueldad son infinitos. No nos olvidemos del gusto de este realizador por los personajes y situaciones de terror y sadismo casi gratuito.
El siempre más que solvente Luís Tosar carga en sus espaldas el peso fundamental de la película, que con la ayuda de Marta Etura conforma un aparato interpretativo sólido y creíble que forma el tándem perfecto con la cadencia y ritmo de la película. Lo cual a medida que avanza el metraje se va generando una atmósfera agobiante de esas con las que bien disfruta dando forma Balagueró y que tan bien sabe crear.
Aunque aparecen a lo largo del metraje algunos tópicos e incluso situaciones un tanto forzadas, no olvidemos que estamos viendo cine de género, un cine que no tiene nada que envidiar a la mayor parte de la parrilla cinematográfica procedente del otro lado del charco que invade nuestros cines.
3 comentarios:
Hola, pues coindicido contigo bastante en la valoración de esta película, que no será una gran obra del cine pero es un producto más que decente y presentable. El guión, ahí creo que está la clave, porque funciona como un reloj, no deja demasiados cabos por atar y, sobre todo, esta contado desde Cesar como sujeto, el mal, desde su punto de vista. No es lo habitual en películas de este género. Tosar, además, borda el papel, y el resto del elenco está bien. Más de uno habrá mirado, después de vela, debajo de la cama...
Hola!, yo también coincido contigo, es una buena película de género y Balagueró no nos defrauda...
sin embargo se me escapaban las evidentes referencias a "La comunidad"; en comparación vemos una estetica visual similar, aunque el tono narrativo de Alex de la Iglesia y Balagueró poco tienen que ver y esto refuerza su respectivas firmas de autor...
Yo también lo creo, tanto Álex de la Iglesia como Jaume Balagueró tienen sus propios recursos y estilismos, y poco tienen que ver entre sí. "La comunidad" tiene un ritmo más frenético en general y aporta a la intriga un tono patético e irónico que no aparece en "Mientras duermes". Sin embargo, creo que sí tienen bastantes cosas en común. Hay momentos en que la forma de crear la intriga tiene mucho que ver en ambas películas con Hitchkock o Polanski. Más concretamente en películas donde la trama transcurre entre la comunidad de vecinos, como son "La ventana indiscreta" y "La semilla del diablo", que seguro conocerán estos dos directores españoles ya que ambas funcionan como un libro abierto sobre qué recursos utilizar para generar suspense.
La secuencia en que Tosar se encuentra en el piso de Etura y se queda dormido en la bañera, para luego pasar una odisea para poder salir de allí, me recordó de alguna manera a "La comunidad", en los momentos en que Carmen Maura es acorralada en el apartamento e intenta una vez tras de otra salir de él. Nos generan inquietud de forma parecida, dento de un inmueble ante toda la comunidad (que participa o no), de forma muy similar cuando James Steward sabe que el criminal va hacia él y lucha por evitarlo pero todo indica a que no podrá escapar; como lo sentimos cuando vemos a la anciana de "La semilla del diablo" pasearse por ese piso ofreciéndole un brebaje a Mia Farrow que todos esperamos que sea un veneno, aunque no estemos seguros, y le coge de la mano la carta clave en la trama que esperábamos que no cayera en sus manos; como vemos a Carmen Maura acorralada con un vecino a punto de matarla y no sabemos si podrá escaparse, menos aún porque hay más acechando en la escalera; o vemos a Tosar empapado, intentando salir del piso, volviendo atrás a recoger sus cosas, y aunque esperamos que lo pillen, el momento hasta que ocurre se alarga sin cesar....
Simplemente, son situaciones similares, en las que el tiempo fílmico se alarga retrasando los acontecimientos que se nos están indicando que ocurrirán, dirigiendo a los personajes a trompicones por el salón, por el pasillo, por el dormitorio o el baño. Como cuando a un niño le enseñan una piruleta y sabe que es para él, pero no se la dan hasta pasado el rato.
Por otro lado, aunque en la película de Balagueró no aparece una comunidad de vecinos completa, participa gran parte de la misma, ya que encontramos una anciana que vive sola, la vecina protagonista interpretada por Etura, el portero Tosar, el matrimonio con la niña y la señora de la limpieza con su hijo, todos ellos con mayor o menor peso en el guión, pero absolutamente necesarios en él, sea para bien de la trama, sea para ayudar a definir al personaje central.
Sin embargo claro está, que Álex de la Iglesa aporta ese tono de humor y de locura que lo caracteriza y con el que nada tiene que ver Balagueró. Son enfoques distintos, pero situaciones muy parecidas, que al fin y al cabo, buscan inquietar al espectador creando situaciones de suspense dentro de espacios domésticos, lo cuál de una forma u otra nos hace sentir más vulnerables, puesto que representan nuestra cotidianeidad e intimidad
Saludos a los dos!!
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