Naturaleza muerta (Jia Zang-Ke, 2006)
Naturaleza muerta ( Sanxia haoren 2006), el último trabajo del director chino Jia Zhang-ke, consta de una conexión inusual con la pintura. En primer lugar, el filme nace de su admiración por el pintor Liu Xiao-dong, sobre el que estaba rodando un documental: Dong. Cuando supo que el pintor se trasladaba a la región de Las Tres Gargantas se desplazó allícon él. Posteriormente Jia ha afirmado respecto al pintor chino que siempre tuvo la idea de filmar su trabajo, ya que considera que su acercamiento a la realidad es muy parecido al suyo, aun sin utilizar las mismas herramientas.
Durante el rodaje de Dong, pensó realizar un largo de ficción, comenzando así otro rodaje que duraría seis meses y daría lugar a Naturaleza muerta. Un título, el atribuido en España –el anglosajón es Still life- cuyo enunciado además contiene un gran sentido metafórico. Y es que la relación de las imágenes del film con dicho género pictórico se hace evidente, resultando de lo más atractivo a los ojos de un espectador que observa unas imágenes de una fuerza poética y estética a considerar.
Durante el rodaje de Dong, pensó realizar un largo de ficción, comenzando así otro rodaje que duraría seis meses y daría lugar a Naturaleza muerta. Un título, el atribuido en España –el anglosajón es Still life- cuyo enunciado además contiene un gran sentido metafórico. Y es que la relación de las imágenes del film con dicho género pictórico se hace evidente, resultando de lo más atractivo a los ojos de un espectador que observa unas imágenes de una fuerza poética y estética a considerar.
Pero Jia no retrata bodegones u objetos expositivos. Nos muestra una región de china donde apenas existe un halo de vida. No porque esté deshabitada, sino porque sus gentes se pasean entre las ruinas de una ciudad sumergida como almas en pena. Una ciudad, Fengjie, que quedó prácticamente sepultada por las aguas del Yangtsé tras el inicio, en 1993 de las obras titánicas –que hoy continúan- de la presa de las Tres Gargantas. Una ciudad donde los hombres se ganan la vida desmenuzando las ruinas que quedan para comenzar a construir los nuevos barrios.
Los dos protagonistas del filme regresan a la ciudad fantasma partiendo desde Shanxi. Sin embargo, en ningún momento se cruzan. El primero, Sanming, es un minero que dejó Fengjie dieciséis años antes y que ahora regresa en busca de su mujer y su hija. Shen Hong en cambio –interpretada por la inconfundible musa de Jia, Tao Zhao-, busca a su marido para pedirle el divorcio. Ambos parecen ravenants que vuelven del más allá para resolver aquello que impide que su existencia se torne feliz. Aunque como apuntábamos, resulta aún más fantasmagórico el espacio de las Tres Gargantas que ellos mismos. Por ello, es inevitable la comparación con la obra cumbre del pintor Arnold Böcklin: La isla de los muertos (1880).
Un hombre se dirige en una barca hacia una isla sostenida en medio de la bruma. La imagen emana misterio, transmite un inquietante silencio, pues la isla es algo del más allá, un lugar que incita a la mente humana a perderse dentro de su propia imaginación e inconsciente. Aunque funcionalmente, se nos presenta como un cementerio.
En el filme -como en el cuadro- los dos protagonistas llegan a Fengjie en un pequeño barco, introduciéndose en una atmósfera brumosa e intemporal. Sin embargo en este territorio ni siquiera hay cementerios. Los cuerpos vagan junto a sus almas, en pena. Es la misma ciudad la que ha sido sepultada, no sus habitantes.
Cuenta el mito que el genio subterráneo Caronte transportaba con su barca hacia el Hades, a los muertos que habían recibido las honras fúnebres, atravesando así los ríos que separaban a los vivos de los muertos. Los vivos que intentaban visitar el más allá eran rechazados, al igual que los muertos insepultos, que quedaban destinados a vagar durante cien años por el río.
Si observamos a las gentes del lugar, vemos que no solo los protagonistas del filme son ravenants. Todos aquellos que aparecen en los planos, parecen haber sido rechazados por Caronte. Viven anclados en un pasado que les ha sido arrebatado. Ausentes, como zombis en masa, sin techo ni pertenencias, trasladándose de un lado a otro en busca de trabajo. Aunque ahora, las figuras se pierden en un paisaje vampiro que poco a poco los devora, pues al fin y al cabo, han sido ellos mismos, los hombres, quienes lo han transformado.
*Tras conseguir el León de Oro del Festival de Venecia 2006, Naturaleza muerta está a punto de llegar a las pantallas españolas, tras haberse presentado en Barcelona en la presente edición del BAFF.
Los dos protagonistas del filme regresan a la ciudad fantasma partiendo desde Shanxi. Sin embargo, en ningún momento se cruzan. El primero, Sanming, es un minero que dejó Fengjie dieciséis años antes y que ahora regresa en busca de su mujer y su hija. Shen Hong en cambio –interpretada por la inconfundible musa de Jia, Tao Zhao-, busca a su marido para pedirle el divorcio. Ambos parecen ravenants que vuelven del más allá para resolver aquello que impide que su existencia se torne feliz. Aunque como apuntábamos, resulta aún más fantasmagórico el espacio de las Tres Gargantas que ellos mismos. Por ello, es inevitable la comparación con la obra cumbre del pintor Arnold Böcklin: La isla de los muertos (1880).
Un hombre se dirige en una barca hacia una isla sostenida en medio de la bruma. La imagen emana misterio, transmite un inquietante silencio, pues la isla es algo del más allá, un lugar que incita a la mente humana a perderse dentro de su propia imaginación e inconsciente. Aunque funcionalmente, se nos presenta como un cementerio.
En el filme -como en el cuadro- los dos protagonistas llegan a Fengjie en un pequeño barco, introduciéndose en una atmósfera brumosa e intemporal. Sin embargo en este territorio ni siquiera hay cementerios. Los cuerpos vagan junto a sus almas, en pena. Es la misma ciudad la que ha sido sepultada, no sus habitantes.
Cuenta el mito que el genio subterráneo Caronte transportaba con su barca hacia el Hades, a los muertos que habían recibido las honras fúnebres, atravesando así los ríos que separaban a los vivos de los muertos. Los vivos que intentaban visitar el más allá eran rechazados, al igual que los muertos insepultos, que quedaban destinados a vagar durante cien años por el río.
Si observamos a las gentes del lugar, vemos que no solo los protagonistas del filme son ravenants. Todos aquellos que aparecen en los planos, parecen haber sido rechazados por Caronte. Viven anclados en un pasado que les ha sido arrebatado. Ausentes, como zombis en masa, sin techo ni pertenencias, trasladándose de un lado a otro en busca de trabajo. Aunque ahora, las figuras se pierden en un paisaje vampiro que poco a poco los devora, pues al fin y al cabo, han sido ellos mismos, los hombres, quienes lo han transformado.
*Tras conseguir el León de Oro del Festival de Venecia 2006, Naturaleza muerta está a punto de llegar a las pantallas españolas, tras haberse presentado en Barcelona en la presente edición del BAFF.
1 comentario:
vaya...
cuando vuelva a casa tengo que buscar esta peli...
Ahora solo veo chorradas americanas... pero ya tendré tiempo cuando vuelva...
Sigue contando que pelis interesante aparecen por ahí para ir haciendo la lista...
Un fuerte abrazo...
NicoInKosovo como coche ;P
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