19 de julio de 2007

Millennium Mambo (2001), Hou Hsiao Hsien

Una narradora omnisciente nos presenta las vivencias -acaecidas diez años antes- de la joven Vicky con su novio y sus círculos de amigos y nocturnidad en Taipei. El realizador se centra en el potencial del cuerpo, del gesto, del rostro, para articular su filme. Éste se mueve al ritmo del cuerpo de Vicky. En los ambientes nocturnos que frecuenta viciosamente, el ritmo se altera siguiendo el baile de su cuerpo. En cambio, con su cansancio, sus lágrimas o simplemente, en su lucha cotidiana, el ambiente se vuelve pesado y el ritmo se ralentiza.

voz off

La narradora es un personaje que se mantiene indefinido, fuera de campo en todo momento. Pero además no es una narradora habitual, pues realiza una narración “desincronizada”. Es decir, no narra mientras suceden los hechos, sino que se anicipa o atrasa a ellos. Primeramente narra situaciones que van a suceder -mientras en la pantalla vemos otras anteriores- para que terminada la secuencia, otra nos introduzca en ellas. Posteriormente, en una secuencia nos explica lo acaecido en la anterior, para en los momentos finales del filme sí narrar sincrónicamente a la acción.

dualidades

El filme transcurre, salvo en dos excepciones, en dos ambientes. El primero es el piso donde Vicky vive con su novio. El segundo los distintos espacios nocturnos que frecuenta con sus amigos, así como el club nocturno donde trabaja. Por lo tanto, son en ambos casos espacios cerrados, lo cual no es casual. El realizador taiwanés lo utiliza para crear tensión en el relato, para remarcar la angustia que siente la protagonista llevando un tipo de vida que quiere abandonar pero no puede. De hecho, las dos excepciones espaciales de las que hablábamos son espacios abiertos. Expresan un momento de tregua en esa “mala vida” que lleva el personaje. En un caso Vicky juega con la nieve -momento del expléndido plano en que coloca su rostro en la nieve quedando marcado, metáfora posmoderna de lo pasajero, de la pérdida del rostro, de la identidad física-. En el otro caso viaja a Japón a ver a Jack. Viaje que no es sino un abandono. El intento de dejar atrás lo vivido para empezar de nuevo. Por ello, tras largo tiempo esperando a un Jack -que se nos antoja muerto, asesinado- sigue en el país nipón, aprendiedo el idioma.

Una metáfora de la vida de Vicky es el tabaco. En ningún momento deja de fumar, incluso mientras come. Sin embargo fuma tabaco ligth, e incluso en un momento del filme se muestra preocupada por fumar tabaco normal -a lo que reacciona Jack comprándole rápidamente el light-. No puede dejar de fumar. Como si no quisiera, como si no terminara de plantearse dejarlo. Sin embargo se preocupa por fumar ligth, consciente de que la está matando, como indicio de que en realidad necesita a toda costa un cambio de vida.

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