¡Piratas! (2012), Peter Lord y Jeff Newitt
Sorprende y se agradece
ver como en estos tiempos de la tecnología 3D algunas formas tradicionales de
hacer cine no sólo se mantienen, sino que se mejoran. Wes Anderson recuperaba hace
unos años en Fantástico Sr. Fox, la
tradición del cine de marionetas filmado mediante “stop motion”. Una película
que animaba fotograma a fotograma cada marioneta cuidada al máximo detalle,
como lo hicieron antiguamente Ladislas Starewitch o Jiri Trnka, verdaderos
artesanos del cine.
Utilizando el mismo
método, la factoría británica Aardman, encabezada por Peter Lord, lleva décadas
animando a sus divertidos personajes de plastilina. Walllace y Gromit, Evasión en
la granja o ¡Piratas!, son
algunos ejemplos de su creatividad y su osada fascinación por la aventura.
¡Piratas!
reinventa
el género bucanero partiendo de una premisa que parodia la entrega de los
Oscar, la celebración del premio al pirata del año. La obsesión del pirata
Capitán, un gafado amante de los mares del que se ríen sus compañeros de
oficio. Alguien capaz de meterse en las más alocadas situaciones acompañado por
su incompetente tripulación y su exótica mascota.
De camino a realizar la
hazaña que le convierta en el pirata del año, Capitán se topa con Charles
Darwin y la enemiga número uno de los piratas: la reina Victoria de Inglaterra.
El obstáculo más difícil de salvar para cualquier pirata que se precie. Lo cual
se presenta como una de las principales razones de mofa de Peter Lord y Jeff
Newitt, cuya película se ríe del imperialismo, de la norma y lo establecido. Y
de camino, de algunos de los de los mayores símbolos del Reino Unido, como un torpe
y malévolo Darwin y su mono ayudante, así como de una reina Victoria paranoica
y culona. Aparición estelar incluida del hombre elefante que David Lynch llevó
al cine.
En tal alocada aventura
con Londres como telón de fondo, vemos un fenomenal retrato de la decadencia de
una ciudad sin embargo llena de matices. Porque cada plano está filmado con tal
cariño y entrega que esconde infinidad de detalles. Un placer dejarse llevar por
el virtuosismo de la plastilina y la aventura de volver a disfrutar del cine
como un niño.
1 comentario:
Que grande el estudio Aardman!!
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