Headhunters (2011), Morten Tyldum
Roger es un
cazatalentos que dedica su vida a encontrar a los directivos perfectos para las
grandes empresas. Un hombre casado con la propietaria de una galería de arte,
que vive por encima de sus posibilidades y que sólo consigue sustentar la
situación gracias a su doble vida. Combina su trabajo con el robo de obras de
arte y su venta en el mercado negro. Roger es un hombre astuto y seguro de sí
mismo, hasta que un día se topa con la persona equivocada y entonces conoce el
verdadero miedo, el miedo a perderlo todo, incluso la vida.
Siguiendo el filón del
éxito de la literatura policíaca nórdica (con Millenium a la cabeza), el cineasta noruego Morten Tyldum adapta en
Headhunters la novela de Jo Nesbo de
mismo nombre. El resultado es una película trepidante y efectista, que guarda
algunos giros inesperados y que consigue mantener al espectador en vilo y
atento hasta llegar al desenlace. Sin embargo, no deja de caer en algunos
puntos flacos de guion, que son justamente los que le permiten mantener su
margen de sorpresa y alboroto. Puntos de inflexión y situaciones que llegan a
rozar la inverosimilitud pero que al fin y al cabo pueden aceptarse si se
piensa en los éxitos reconocibles que demuestra la película al fin y al cabo.
Porque ¿cómo puede un ladrón ponerse nostálgico y llamar a su mujer en pleno
robo? Situación poco adecuada, pero que sin duda puede cambiar el rumbo de la
trama.
Montada con agilidad y
buen ritmo, Headhunters demuestra un
solvente trabajo interpretativo del elenco actoral, empezando por su
protagonista. Un hombre que pasa de la chulería y la seguridad en sí mismo, a
reflejar el miedo y la incertidumbre más absoluta. Y es que entre otras cosas, Headhunters llega a ser una película violenta
y desagradable. Contiene escenas que llevan a su protagonista al verdadero
límite, a los extremos de la dignidad y la supervivencia (los que la hayan
visto sabrán por qué). Entre los protagonistas vemos además una cara conocida a
pesar de tratarse de una producción noruega: el actor Nicolaj Koster-Waldau,
conocido en nuestro país por su papel en Juego
de Tronos y Blackthorn, el buen western
del canario Mateo Gil. En el papel de villano, consolida su potencial
interpretativo al margen de su cara bonita.
Los amantes del
thriller y policiaco, con piel de cine europeo y algún que otro arrebato de
humor negro, no le harán ascos a los peligrosos acontecimientos que vive un
“headhunter” sin duda fuera de lo común.
2 comentarios:
Entretenida sí, mucho. Claro que el hombre tiene más vidas que un super-héroe casi. El uso del slastic supongo se puede deber a tratar de hacer el producto más efectista y, por ende, comercial. Yo lo que no acabo de ver es eso de que el protagonista sea tan seguro de sí mismo. El retrato es el de un tipo con muchos complejos que subsana a base de VISA, ¿no?.
En lo del humor que destila también comparto tu opinión. Me evoca bastante a los Coen, sobre todo a Sangre Fácil.
Un saludo ;)
espero verla muy pronto.
Saludos
David
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