7 de septiembre de 2012

Headhunters (2011), Morten Tyldum



Roger es un cazatalentos que dedica su vida a encontrar a los directivos perfectos para las grandes empresas. Un hombre casado con la propietaria de una galería de arte, que vive por encima de sus posibilidades y que sólo consigue sustentar la situación gracias a su doble vida. Combina su trabajo con el robo de obras de arte y su venta en el mercado negro. Roger es un hombre astuto y seguro de sí mismo, hasta que un día se topa con la persona equivocada y entonces conoce el verdadero miedo, el miedo a perderlo todo, incluso la vida.

Siguiendo el filón del éxito de la literatura policíaca nórdica (con Millenium a la cabeza), el cineasta noruego Morten Tyldum adapta en Headhunters la novela de Jo Nesbo de mismo nombre. El resultado es una película trepidante y efectista, que guarda algunos giros inesperados y que consigue mantener al espectador en vilo y atento hasta llegar al desenlace. Sin embargo, no deja de caer en algunos puntos flacos de guion, que son justamente los que le permiten mantener su margen de sorpresa y alboroto. Puntos de inflexión y situaciones que llegan a rozar la inverosimilitud pero que al fin y al cabo pueden aceptarse si se piensa en los éxitos reconocibles que demuestra la película al fin y al cabo. Porque ¿cómo puede un ladrón ponerse nostálgico y llamar a su mujer en pleno robo? Situación poco adecuada, pero que sin duda puede cambiar el rumbo de la trama.

Montada con agilidad y buen ritmo, Headhunters demuestra un solvente trabajo interpretativo del elenco actoral, empezando por su protagonista. Un hombre que pasa de la chulería y la seguridad en sí mismo, a reflejar el miedo y la incertidumbre más absoluta. Y es que entre otras cosas, Headhunters llega a ser una película violenta y desagradable. Contiene escenas que llevan a su protagonista al verdadero límite, a los extremos de la dignidad y la supervivencia (los que la hayan visto sabrán por qué). Entre los protagonistas vemos además una cara conocida a pesar de tratarse de una producción noruega: el actor Nicolaj Koster-Waldau, conocido en nuestro país por su papel en Juego de Tronos y Blackthorn, el buen western del canario Mateo Gil. En el papel de villano, consolida su potencial interpretativo al margen de su cara bonita.

Los amantes del thriller y policiaco, con piel de cine europeo y algún que otro arrebato de humor negro, no le harán ascos a los peligrosos acontecimientos que vive un “headhunter” sin duda fuera de lo común.

2 comentarios:

babel dijo...

Entretenida sí, mucho. Claro que el hombre tiene más vidas que un super-héroe casi. El uso del slastic supongo se puede deber a tratar de hacer el producto más efectista y, por ende, comercial. Yo lo que no acabo de ver es eso de que el protagonista sea tan seguro de sí mismo. El retrato es el de un tipo con muchos complejos que subsana a base de VISA, ¿no?.
En lo del humor que destila también comparto tu opinión. Me evoca bastante a los Coen, sobre todo a Sangre Fácil.

Un saludo ;)

David C. dijo...

espero verla muy pronto.
Saludos
David