El cine de Tony Gatlif: vivencias cíngaras (I)
Prefacio
Podríamos decir que el cine de Tony Gatlif ocupa hoy un puesto destacable –teniendo en cuenta su ya curtida filmografía- dentro del cine que denominamos de autor. Autor no en el sentido comercial de la palabra, de un cineasta que dote de reputación a sus obras antes de que éstas se conozcan en las pantallas –aunque a fin de cuentas se recauda a su propio público-, sino en el sentido con que nació el término en los años 60, de ese cineasta multidisciplinar que dota de un estilo concreto sus películas. Gatlif no es un cineasta de masas, pero sí un cineasta de estas características. Dirige y escribe sus películas, es actor e incluso productor. Además en sus filmes tutela las bandas sonoras y escribe un gran número de los temas que las componen. Tal vez es debido al cómputo de todo, que algunos críticos opinen que Gatlif lleva treinta años haciendo la misma película. Es evidente que se recrea en unas temáticas y personajes similares, siendo en ocasiones repetitivo. Aunque no obstante, aporta ese rasgo identificativo que hace que el espectador dilucide con claridad su autoría en cada una de sus películas. Sus filmes se encuentran impregnados de un mestizaje y una vitalidad, que los hace únicos y totalmente identificables.
Por otra parte su cine muestra su propia visión de la cultura cíngara. No podríamos decir que realice un estudio sociológico, sino una muestra de su vivencia, de los rasgos sociales que subjetivamente quiere mostrar. Sus gitanos son, generalmente, gentes con un gran sentido positivo hacia la vida, cuya inquietud –o destreza- suele ser la música. El cometido de su representación, realizar una llamada a la tolerancia entre los pueblos, a la relación entre culturas y la integración social.
Por otra parte su cine muestra su propia visión de la cultura cíngara. No podríamos decir que realice un estudio sociológico, sino una muestra de su vivencia, de los rasgos sociales que subjetivamente quiere mostrar. Sus gitanos son, generalmente, gentes con un gran sentido positivo hacia la vida, cuya inquietud –o destreza- suele ser la música. El cometido de su representación, realizar una llamada a la tolerancia entre los pueblos, a la relación entre culturas y la integración social.
Acto seguido, desglosaremos su obra de temática cíngara según sus características. Analizaremos de este modo el conjunto, realizando una comparativa entre individualidades, sin olvidar centrar nuestra atención en cada una de ellas cuando sea adecuado. Pero antes de proceder a ello, es importante realizar un breve repaso por su filmografía y vida personal, de importante influencia en su cine.
Un cine nómada
Michel Dahmani -su verdadero nombre-, nace en 1948 en el seno de una familia gitana de origen andaluz afincada en la periferia de Alger, donde vive hasta los doce años. Con el propósito de evitar un matrimonio de conveniencia, deja su casa para vagar por el país trabajando como limpia botas viviendo en la calle. Hacia la edad de catorce años, llega a Francia, deambulando entre Marsella y París, entrando y saliendo de centros de menores y relacionándose con la delincuencia. Su contacto más directo con el cine, es el de utilizar las salas como lugar de pernoctación refugiado del frío. Ironías del destino, recuerda haber dormido durante cuatro sesiones de A bout de souffle (1960), de Jean Luc Godard, al que hoy admira.
Afincado en un correccional y con la ayuda de un médico, Gatlif entra en un curso de teatro. Más adelante, gracias a un instructor, comienza a ver películas una vez por semana. Es entonces cuando decide hacer cine. Tras realizar un curso de arte dramático en Saint-Germain-En-Laye, donde conoce a Gérard Depardieu, realiza sus dos primeros cortometrajes en 1973, Maussane y Max l'indien. Dos años mas tarde, su primer film inédito, La tête en ruine, para dirigir en 1978 La terre au ventre, donde habla sobre la Guerra de Algeria.
Es en 1982, con Corre gitano -que dirige con Astiárraga- cuando explora por primera vez el universo gitano. Con “El Brujo” como uno de los protagonistas y la música de Mario Maya, rueda a medio camino entre el documental y el musical la adaptación de la obra teatral de Juan de Loxa ¡Ay jondo...y lo que queda por cantar! No obstante, Gatlif considera el film un fracaso, puesto que toma contacto con el flamenco como mero espectador, como un aficionado, y no como algo interior. Por tanto, Corre gitano abre una vía sobre el modo de representar temas cíngaros que posteriormente no seguirá.
Meses después, rueda su primer drama sobre la situación marginal de los gitanos franceses. En Les princes sí vive el rodaje como algo interior, imprimiendo en cada imagen un sentido crítico y de denuncia. Comienza de este modo a realizar un cine sobre los cíngaros que refleja su situación social y su cultura. No obstante, en sus tres próximos largometrajes abandona la temática gitana, aunque, Rue de départ (1985), Pleure pas my love (1988) y Gaspar et Robinson (1990) no dejan de tratar temas sociales. Algo que se repite en dos de los filmes que componen el resto de su filmografía.
Un cine nómada
Michel Dahmani -su verdadero nombre-, nace en 1948 en el seno de una familia gitana de origen andaluz afincada en la periferia de Alger, donde vive hasta los doce años. Con el propósito de evitar un matrimonio de conveniencia, deja su casa para vagar por el país trabajando como limpia botas viviendo en la calle. Hacia la edad de catorce años, llega a Francia, deambulando entre Marsella y París, entrando y saliendo de centros de menores y relacionándose con la delincuencia. Su contacto más directo con el cine, es el de utilizar las salas como lugar de pernoctación refugiado del frío. Ironías del destino, recuerda haber dormido durante cuatro sesiones de A bout de souffle (1960), de Jean Luc Godard, al que hoy admira.
Afincado en un correccional y con la ayuda de un médico, Gatlif entra en un curso de teatro. Más adelante, gracias a un instructor, comienza a ver películas una vez por semana. Es entonces cuando decide hacer cine. Tras realizar un curso de arte dramático en Saint-Germain-En-Laye, donde conoce a Gérard Depardieu, realiza sus dos primeros cortometrajes en 1973, Maussane y Max l'indien. Dos años mas tarde, su primer film inédito, La tête en ruine, para dirigir en 1978 La terre au ventre, donde habla sobre la Guerra de Algeria.
Es en 1982, con Corre gitano -que dirige con Astiárraga- cuando explora por primera vez el universo gitano. Con “El Brujo” como uno de los protagonistas y la música de Mario Maya, rueda a medio camino entre el documental y el musical la adaptación de la obra teatral de Juan de Loxa ¡Ay jondo...y lo que queda por cantar! No obstante, Gatlif considera el film un fracaso, puesto que toma contacto con el flamenco como mero espectador, como un aficionado, y no como algo interior. Por tanto, Corre gitano abre una vía sobre el modo de representar temas cíngaros que posteriormente no seguirá.
Meses después, rueda su primer drama sobre la situación marginal de los gitanos franceses. En Les princes sí vive el rodaje como algo interior, imprimiendo en cada imagen un sentido crítico y de denuncia. Comienza de este modo a realizar un cine sobre los cíngaros que refleja su situación social y su cultura. No obstante, en sus tres próximos largometrajes abandona la temática gitana, aunque, Rue de départ (1985), Pleure pas my love (1988) y Gaspar et Robinson (1990) no dejan de tratar temas sociales. Algo que se repite en dos de los filmes que componen el resto de su filmografía.
Mondo (1995), evoca claramente los orígenes y vivencias de niñez del realizador argelino. Retrata la vida de un niño que malvive en las calles de Niza. La escena en que éste se encuentra desmallado en el suelo y su imagen se convierte en la de un perro muerto, ante los ojos de las gentes y policías que tranquilamente pasean por las calles, expresa a la perfección el cometido del film: la denuncia social. Por su parte, Je suis né d’une cigogne (1999), sigue un registro con ligeras pinceladas de humor, que no obstante, no evitan la crítica de la situación de sin papeles e inmigrantes. El film no merece tal fracaso comercial.
El resto de su filmografía se refiere a la temática cíngara, sea directa o indirecta su referencia de los gitanos. En todo caso, expresa la identidad de su pueblo aferrándose a dos elementos por encima del resto: el nomadismo y la música. Éste último, según afirma el mismo realizador, fundamental como representante de la identidad de un pueblo. Por ello, la música toma en su cine una importancia capital, casi narrativa, de una forma similar al cine de Kusturica.
No es casualidad pues, que en 1992 vea la luz su poema musical sobre la historia del pueblo cíngaro, Latcho drom (“Buen viaje”), el cual le valió el premio Un Certain Regard en Cannes. La cámara emprende un viaje a través de los pueblos gitanos del mundo siguiendo su migración histórica, haciendo del film el primero en hablar de dicha temática. Pero es la música quien recoge el testigo del diálogo para hablar por sí misma, articulando el discurso narrativo del film.
Si tomamos “nomadismo” como definitorio de “viaje”, obtenemos un rasgo común en su cine que además, nos permite estructurar sus films de temática cíngara, y que sería aplicable a toda su filmografía. Y es que como algo que ha vivido personalmente, siente predilección por las historias y los personajes viajeros. En Gadjo dilo (El extranjero loco, 1997), Exils (2004) -Premio a la puesta en escena en Cannes- y Transylvania (2006) los protagonistas tienen un cierto carácter nómada común. Si en el caso de Latcho drom los nómadas son cíngaros, en estos tres largometrajes, no lo son. Sus protagonistas emprenden un viaje hacia poblaciones gitanas, donde conocen sus costumbres y se arraigan a ellas. Unas costumbres y cultura que se reflejan, sin utilizar el motivo del viaje, en Vengo (2000) y Swing (2002). Casos en los que Gatlif opta por entrar en el seno de las comunidades gitanas para expresar –principalmente en Vengo- , su drama interior.
El resto de su filmografía se refiere a la temática cíngara, sea directa o indirecta su referencia de los gitanos. En todo caso, expresa la identidad de su pueblo aferrándose a dos elementos por encima del resto: el nomadismo y la música. Éste último, según afirma el mismo realizador, fundamental como representante de la identidad de un pueblo. Por ello, la música toma en su cine una importancia capital, casi narrativa, de una forma similar al cine de Kusturica.
No es casualidad pues, que en 1992 vea la luz su poema musical sobre la historia del pueblo cíngaro, Latcho drom (“Buen viaje”), el cual le valió el premio Un Certain Regard en Cannes. La cámara emprende un viaje a través de los pueblos gitanos del mundo siguiendo su migración histórica, haciendo del film el primero en hablar de dicha temática. Pero es la música quien recoge el testigo del diálogo para hablar por sí misma, articulando el discurso narrativo del film.
Si tomamos “nomadismo” como definitorio de “viaje”, obtenemos un rasgo común en su cine que además, nos permite estructurar sus films de temática cíngara, y que sería aplicable a toda su filmografía. Y es que como algo que ha vivido personalmente, siente predilección por las historias y los personajes viajeros. En Gadjo dilo (El extranjero loco, 1997), Exils (2004) -Premio a la puesta en escena en Cannes- y Transylvania (2006) los protagonistas tienen un cierto carácter nómada común. Si en el caso de Latcho drom los nómadas son cíngaros, en estos tres largometrajes, no lo son. Sus protagonistas emprenden un viaje hacia poblaciones gitanas, donde conocen sus costumbres y se arraigan a ellas. Unas costumbres y cultura que se reflejan, sin utilizar el motivo del viaje, en Vengo (2000) y Swing (2002). Casos en los que Gatlif opta por entrar en el seno de las comunidades gitanas para expresar –principalmente en Vengo- , su drama interior.
4 comentarios:
Hola necesito un apeli de Tony Gatlif, si alguien l atiene, es la de corre gitano del 82 no la encuentro por ninguna parte..gracias...
Hola Raku! no creo que la encuentres, yo estuve buscando como un loco y nada. La verdad es que no lo recuerdo ahora mismo muy bien, tendría que indagar en apuntes y eso, me parece que en algún sitio tomé nota de ello, pero creo que hube algún problema con temas de producción o de distribución o algo y no hay forma de conseguirla.
siento no poder ayudarte!
saludos!
Muchisimas gracias Yorgos por contestar, seguiré buscando,si, no fue editada en francia y en dvd no existe pero etá en vhs en la biblioteca nacional pero espero encontrarle en algun otro sitio porque las reproducciones demasiado , se que en algunas filmotecas han puesto esta peli en algún ciclo de cine gitano o en algún homenaje a Mario Maya o Tony Gatlif...incluso en televisión española hace millones de años bueno sigo buscando...Muchas gracias por lo del blog los abandono mucho la verdad..
Bueno el tuyo es una pasada claro muy interesante... Un saludo Yorgos muchisimas gracias.
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